Hace
unas semanas, el genial y argentino Julio Cortázar nos enseñó a
tener miedo. Pero continúa extremadamente didáctico. ¡Aprendamos
de él!
Instrucciones para
llorar. Dejando de lado los motivos, atengámonos a la manera
correcta de llorar, entendiendo por esto un llanto que no ingrese en
el escándalo, ni que insulte a la sonrisa con su paralela y torpe
semejanza. El llanto medio u ordinario consiste en una contracción
general del rostro y un sonido espasmódico acompañado de lágrimas
y mocos, estos últimos al final, pues el llanto se acaba en el
momento en que uno se suena enérgicamente. Para llorar, dirija la
imaginación hacia usted mismo, y si esto le resulta imposible por
haber contraído el hábito de creer en el mundo exterior, piense en
un pato cubierto de hormigas o en esos golfos del estrecho de
Magallanes en los que no entra nadie, nunca. Llegado el llanto, se
tapará con decoro el rostro usando ambas manos con la palma hacia
adentro. Los niños llorarán con la manga del saco contra la cara, y
de preferencia en un rincón del cuarto. Duración media del llanto,
tres minutos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario